Diferencia entre Anisakis y ciguatera. ¿Cómo reconocerlas?

Comparten un nombre difícil de pronunciar, su vía de transmisión: el pescado, y algunos de los síntomas que provocan. Algunos titulares de periódico han hablado ya de la ciguatera como del nuevo anisakis, sin embargo, ciguatera y anisakis tienen más diferencias que semejanzas. Te contamos cuáles son las principales diferencias entre anisakis y ciguatera.

Principal diferencia

La principal diferencia es biológica. El anisakis es un parásito del pescado, un ser vivo. La ciguatera, no. La ciguatera es una toxina presente en las algas que pueblan los arrecifes de coral y que, a través de la cadena trófica –el pez grande se come al pequeño—, puede acabar en los humanos.
 

Los síntomas

El anisakis y la ciguatera comparten algunos síntomas comunes, sobre todo, los gastrointestinales: nauseas, vómitos y dolor abdominal que suele aparecer en entre 24 y 48 horas después de la ingesta del pescado contaminado.

La ciguatera tiene además algunas manifestaciones específicas que no está de más que conozcas. Puede dar lugar a molestias neurológicas, como el entumecimiento y hormigueo de la lengua, los labios o las extremidades. También puede generar problemas cardiacos, sobre todo, arritmias, bajada de tensión o disminución de la frecuencia cardiaca. Otros síntomas que pueden aparecer al consumir pescado contaminado con esta toxina son picores, dolor de cabeza, sudoración excesiva…

La mayoría de las molestias gastrointestinales desaparecen en un plazo de unas 48 años, pero otros síntomas como el picor o el dolor articular pueden durar mucho más tiempo.

De momento, no existe una prueba diagnóstica que permita detectar la intoxicación por esta toxina ni tampoco un tratamiento específico. Así que nuestra recomendación es que extremes las pautas de prevención.
 

¿Qué puedes hacer?

Lo primero que tienes que saber es que, pese a que cada vez se habla más de ella, la intoxicación por ciguatera sigue siendo baja en España. Es más propia de aguas tropicales y subtropicales, principalmente del mar Caribe y los océanos Índico y Pacífico. En España, es Canarias la zona más afectada. Aún así, hay varias cosas que puedes hacer para no intoxicarte.

La toxina se acumula en pescados de gran tamaño por lo que, si no los tomas o reduces su frecuencia, te librarás de la ciguatera. Es recomendable que evites cocinar o comer vísceras de pescado, precisamente, porque es en los intestinos, hígado, gónadas, piel, cabezas… donde más se encuentra este tóxico. Nuestra tercera recomendación es que, en la medida de lo posible, no consumas las especies de más riesgo, por ejemplo, barracuda, morena o estornino.

Por lo demás y pese a su fama, no tienes por qué preocuparte. El mar es fuente de vida y despensa de alimentos saludables. Recurre a ellos siempre que quieras.