Presencia de la enfermedad de Crohn de forma silenciosa antes de manifestarse

Los cambios corporales que ocurren hasta ocho años antes del diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal pueden ser indicadores sutiles pero significativos de la presencia de esta afección crónica. La enfermedad inflamatoria intestinal engloba dos principales patologías, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, ambas caracterizadas por la inflamación crónica del tracto gastrointestinal. Aunque se considera que estas condiciones tienen un componente genético importante, los factores ambientales y los cambios en el estilo de vida también pueden desempeñar un papel crucial en su desarrollo.

Algunos de los primeros cambios corporales que pueden observarse en las personas que padecen la enfermedad pero que todavía no se ha  manifestado es la pérdida de peso inexplicable, o cambios en los patrones de alimentación: pueden experimentar una disminución del apetito o dificultades para tolerar ciertos alimentos mucho antes de que se manifiesten otros síntomas más evidentes. Esto puede deberse a la inflamación en el tracto gastrointestinal, que afecta la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes adecuadamente. Como resultado, la pérdida de peso y la malnutrición pueden ser signos tempranos de la enfermedad.

Además, los síntomas gastrointestinales leves, como el dolor abdominal, los gases y los cambios en los hábitos intestinales, pueden ser fácilmente pasados por alto o atribuidos a otras causas, como el estrés o la dieta poco saludable. Sin embargo, dichos síntomas pueden persistir y empeorar con el tiempo, lo que finalmente lleva a una búsqueda de atención médica más exhaustiva.

En algunos casos, los cambios en la piel también pueden preceder al diagnóstico de la enfermedad de Crohn:  las afecciones dermatológicas, como la erupción cutánea, el acné o la inflamación de la piel, pueden estar relacionadas con la inflamación subyacente en el cuerpo. La psoriasis, por ejemplo, ha sido identificada como una comorbilidad común en personas con la enfermedad de Crohn, y su aparición temprana podría ser un indicador de la presencia de la enfermedad.

Además de los síntomas físicos, los cambios en el bienestar emocional y mental también pueden ser relevantes en la detección temprana de la patología: la fatiga crónica, la depresión y la ansiedad son problemas comunes entre las personas diagnosticadas con esta enfermedad y pueden surgir antes de que se manifiesten otros síntomas físicos. Estos cambios en la salud mental pueden ser el resultado de la inflamación sistémica y el estrés crónico asociado con la enfermedad de Crohn, lo que destaca la importancia de abordar tanto los aspectos físicos como emocionales de la enfermedad.

Es fundamental reconocer que los cambios corporales hasta ocho años antes del diagnóstico pueden variar ampliamente de una persona a otra y no siempre son indicativos de la presencia de la enfermedad. Sin embargo, si se experimentan síntomas persistentes o preocupantes, es crucial buscar atención médica para una evaluación adecuada. Un diagnóstico temprano puede permitir un manejo más efectivo de los síntomas y una mejor calidad de vida a largo plazo.

Fuente:

Vestergaard MV et al. Characterizing the pre-clinical phase of inflammatory bowel disease. 50 Cells Reports Medicine 2023; 4/11):101263. DOI: https://doi.org/10.1016/j.xcrm.2023.101263